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Aspecto social

Desplazamiento de poblaciones enteras: 
Cada año, millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares y trasladarse a otras partes de su país debido a los peligros que plantea la creciente intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos (Ej., Lluvias inusuales, sequía prolongada, desertificación, estasis ciclónica o aumento del nivel del mar).
Muchos de ellos tienen que cruzar fronteras para hacer frente a los desastres naturales y el cambio climático; Además, en algunos casos, pueden reclamar protección internacional. Por lo tanto, el derecho de los refugiados y los derechos humanos desempeñan un papel importante en este sentido.

Propagación de enfermedades por aumento de la temperatura: 
El cambio climático ha alterado drásticamente la biodiversidad del planeta, facilitando la transmisión de patógenos que causan enfermedades como el dengue, la malaria, el asma, la tuberculosis, el Ébola, la ictericia, el cólera, la diarrea, los parásitos intestinales, la hipotermia, el tracoma y la peste. Todos están asociados con olas de calor, falta de agua potable, proliferación de plagas e inundaciones.
Como era de esperar, las poblaciones más afectadas son aquellas que carecen de una adecuada infraestructura de saneamiento, junto con otros factores como las precarias condiciones habitacionales y la desnutrición.

Empeoramiento del acceso al agua potable en determinadas áreas:
Una de las cosas que hace que el cambio climático sea tan dañino para la humanidad es su relación con el agua, ya que afecta su calidad, disponibilidad y ciclos. Esto no es nada, las consecuencias suelen ser fatales.
Estos fenómenos meteorológicos arrastran todo el suministro de agua o lo contaminan con una gran cantidad de sedimentos, nutrientes y contaminantes. Esto afecta a los ecosistemas de agua dulce y, por tanto, al consumo humano.

La sociedad y su participación en el cambio climático:

El cambio climático ya está afectando la temporalidad de algunas especies alérgicas y la distribución de algunos vectores de enfermedades. Pero también está jugando un papel importante en los patrones temporales de enfermedades como la malaria y el dengue, mientras que el aumento de inundaciones, sequías y olas de extremo calor y de extremo frío pueden provocar severos efectos de larga duración. 
Lógicamente, estos efectos recaerán de forma desproporcionada en los países en desarrollo y las poblaciones más desfavorecidas de todos los países, aumentando aún más las desigualdades en materia de salud y acceso a alimentos adecuados, agua limpia y otros recursos. 
Evidentemente se requiere la participación del conjunto de la sociedad en la lucha contra el cambio climático. Sólo a través de esa participación se puede conseguir la cohesión social  necesaria para resolver los complicados problemas a los que nos enfrentamos. 

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